El propietario sintió la oportunidad y me soltó a rajatabla:
- ¿Tienes niños? -.
- No - le confesé con la sonrisa adecuada para la pregunta.
- Pero tienes sobrinos, mira te recomiendo estos rompecabezas geométricos -, reviró con la astucia propia de un buen vendedor.
Me acerqué a ese pequeño stand para mirar los rompecabezas (una de mis parafilias). En una diminuta área, no sobrepasaba un cuadrado de 2 x 2 metros, El propietario había colocado un anaquel de metal, una cómoda de madera y sobre ella una caja registradora. Su stand colocado en el extremo opuesto de la entrada de la FIL, al final de un de las hileras de la zona de la pequeñas editoriales, parecía haberse instalado improvisadamente.
El propietario había emprendido un negocio arriesgadísimo en aquellos tiempos (ahora lo veo aun mas arriesgado), vender juguetes educativos para infantes.
- Un día me propuse comprarle un juguete a mi hija que ademas que la divirtiera le fuera útil para su desarrollo mental - me respodió cuando le pregunté el porqué de tan arriesgada empresa.
- Andube buscando por toda la ciudad y todas las jugueterías me mostraban rompecabezas o juguetes ya muy sofisticados y yo quería algo para niños pequeños - añadió sin dejar de incitarme a que resolviera los rompecabezas geométricos propuestos en una hoja de papel.
- No encontré nada que me sirviera. Así que me propuse poner una tienda para vender ese tipo de juguetes -, remató la pequeña historia de su empresa.
Así nació "La Casa de Marianna" en un local en Jardines del Bosque, una tienda especializada en juguetes educativos para niños. El propietario quizó ayudar a otros padres que compartieran la preocupación sobre lo que los niños aprenden con los juguetes, pero sobre todo llevar la filosofía del juguete educativo a aquellos que no hubiesen tomado en cuenta lo crucial que es fomentar juegos sanos en esa etapa de la vida.
El propietario se propuso su cruzada personal. Y esa cruzada personal la llevó a financiar un pequeño estanquillo en la FIL del 2000, en un tiempo en que hasta la feria relegaba a los niños a un plano de secundario a totalmente intrascendente.
Año tras año la visita a "La Casa de Marianna" fue parte de mi recorrido obligatorio en la Fil. Año tras año ví como el propietario fue haciendo exitosa su cruzada personal. Primero ella iba a buscar a los fabricantes de los juguetes o encontraba la manera de producirlos. Luego fueron los fabricantes los que iban a buscarla. Su stand comenzó a crecer.
Hoy domigo fui a la FIL. Como siempre desde aquella vez que la conocí, fui al stand del propietario. Ahora ocupa toda el área en la que anteriormente estaba la Editorial de la Universidad de Guadalajara (un cambio muy provechoso diría yo). La gama de juguetes ya es asombrosa con novedades como en cada edición de la FIL. En contraparte con el éxito de su negocio, el propietario ya casi no atiende de manera personal la venta de juguetes, lo que no demerita en ningún momento la atención de sus empleados.
Cedo a la tentación de comprar otro rompecabezas mas. "Mujer Saliendo del Psicoanalista" de Remedios Varo, una inquitante pintura en una inusual edición de manufactura mexicana autorizada por el INBA
- Siempre pensé que usted tendría éxito -, le digo en el único momento en que me pone atención que es pagando un artículo. - Ha crecido mucho el negocio -.
- Ah si - me dice y voltea con una de sus empleadas. - Este cliente me dice que siempre supo que tendría éxito, dígale cuanto medía el negocio en un principio -.
- Pues yo diría que unos cuatro metros cuadrados -le comento a la empleada.
Hoy "La Casa de Marianna" en la Fil tiene la dimensión de la Editorial Tusquets y tal vez el mismo o un éxito mayor.
- Ha sido un gran esfuerzo - me dice.
Para mi siempre será una cruzada personal ganada y una historia de éxito de la FIL.
